Artículos – Página 6 – Hablemos de Bronce

Esta semana charlamos en Pasión de Bronce con una rara avis en el mundo del fútbol. En la presente temporada se cumplen nueve años ya (en dos etapas) de Javi Gallardo vistiendo la camiseta de la histórica Real Balompédica Linense. Este año, su querida Balona se encuentra (por el momento) en la zona media-baja de la clasificación, pero nuestro protagonista de la semana está completamente convencido de revertir la situación. Hace un par de jornadas, Javi Gallardo consiguió antora un auténtico golazo que estuvo entre los escogidos como mejores de la jornada, y ha podido enfrentarse en Copa del Rey esta temporada al histórico Athletic Club. Dejemos que nos cuente él mismo más cosas…

HdB Cuéntanos, Javi… ¿Cómo empiezas en esto del fútbol?

JG Cuando era pequeño, una pelota siempre nos acompañaba a mi hermano y a mí, y mi padre nos apuntó al fútbol. Estuve en el CD Calderón, la Peña Balona y el Atlético Zabal, que son equipos del fútbol base de la Línea. Cuando tenía 16 años, estando en el Atlético Zabal (que era el filial de la Balona) me llamaron para ir a un partido de entrenamiento, y a la siguiente semana me llamaron otra vez y me dijeron que iba a entrenar todos los días con el primer equipo y que si no me convocaban jugaría con el Atlético Zabal. Fui convocado dos veces más, y al año siguiente dispute unos 30 partidos aproximadamente y ya no baje más con el filial. Ahí empezó todo… Después estuve dos años en el Cadiz CF B y volví a la RB Linense en la que llevo ya nada menos que nueve temporadas.

HdB ¿Cuál es el mejor partido que recuerdas haber disputado? ¿Y tu mejor gol?

JG Hay dos partidos que recuerdo especialmente, el primero el de mi debut en Tercera División contra el Cádiz CF B, y el otro contra el Tudelano en liguilla de ascenso a Segunda B; en los dos partidos se consiguió la victoria.

Y el gol fue en el campo del Pozo Blanco, un centro largo al segundo palo y a bote pronto la metí por la escuadra. ¡Y también se ganó ese partido!

HdB ¿Qué ha sido lo peor que te ha tocado vivir hasta ahora en tu profesión?

JG Pues una rotura que tuve en el isquio. Fue mi primera lesión, y lo pasé muy mal porque recaí y estuve más tiempo de lo normal parado.

HdB Háblanos de un entrenador y/o algún compañero a los que recuerdes con especial cariño

JG Más que un compañero es un amigo: es Antonio Bello, que está jugando ahora en el Pontevedra. La primera vez que coincidí con él fue en la selección andaluza, y al año siguiente firmamos los dos con el Cádiz CF B, donde además de coincidir con él en el vestuario, compartimos piso. Y dos temporadas después coincidimos dos años más en la Balona. A día doy tenemos una buenísima relación y nuestras familias también.

Y un entrenador… Todos con los que he estado tengo muy buena relación, y no sabría decidirme por alguno.

HdB ¿Un jugador al que te hayas enfrentado que te haya impresionado?

JG Iñaki Williams (Athletic Club) consiguió impresionarme. Me enfrenté a él en el partido de Copa del Rey en San Mamés y es un jugador de los que marcan la diferencia… Además, tuvo un trato muy bueno hacia mí.

HdB ¿Tienes alguna manía, o sigues algún tipo de rutina antes de jugar un partido?

JG Alguna hay… Al empezar la primera y la segunda parte del partido, justo antes de pite el árbitro, pego tres saltos. Es algo que hablé un día con mi hermano, que también juega al fútbol en el CD San Roque, y lo hacemos los dos.

HdB ¿Qué campo te gustaría pisar como futbolista?

JG Hay dos campos en los que siempre he querido jugar: uno es el Santiago Bernabéu, porque soy del Real Madrid y es unos de los mejores campos de España, y otro es el Vicente Calderón, porque mi familia por parte de madre es muy colchonera, y me gustaría que ellos me vieran jugar allí.

HdB ¿Qué objetivos futbolísticos te marcas a corto-medio plazo?

JG Un objetivo colectivo es intentar salir cuanto antes de los puestos de abajo, creo que este vestuario y esta afición se merecen estar peleando por cotas más altas como venimos haciéndolo años atrás. E individualmente… Me encantaría jugar en una categoría superior, y ya por pedir… ¡Que sea con la Balona!

HdB En su día, la RFEF tomó la decisión de suprimir los dorsales fijos en Segunda B. ¿Qué te parece esta medida?

Pues es una cosa que a todos los jugadores nos gustaría que volviera, porque llevar siempre un número y tu nombre es bonito, y yo creo que se le daría más categoría a la Segunda B. Espero que vuelvan a ponerlo.

HdB ¿Cómo estás viendo el nivel del grupo IV este año?

JG Es muy alto, y está la cosa muy igualada por la zona de la clasificación media-baja. En los puestos de arriba parece que hay equipos que están haciendo las cosas bien y llevan desde que empezó la temporada manteniéndose en zona playoff, pero todavía queda mucha liga y pueden pasar muchas cosas.

HdB ¿Qué consejo darías a los chavales que empiezan en el fútbol a día de hoy?

JG Mi consejo, ante todo, es que deben tener muchísima ilusión por el mundo del fútbol. Para mí la ilusión de un chaval que está empezando es fundamental, y ya después que tengan disciplina, que le den valor a todo lo que le dicen sus entrenadores y la gente más veterana, que aprendan mucho en todos los entrenamientos, y por último, y no menos importante… Que estén bien preparados para cuando llegue la hora de dejar el fútbol.

HdB Mójate…¿En qué puesto finalizaréis la temporada?

JG Como todo el mundo sabe, el fútbol es presente y no hay que mirar mucho más allá, sino pensar en el próximo partido que se deba jugar. Pero por pedir que no quede, así que me gustaría salir cuanto antes de los puestos de abajo, salvarnos matemáticamente y estar en una zona de la clasificación más tranquila.

HdB Un mensaje para los lectores de Pasión de Bronce

JG ¡Hacéis bien en leer la revista! Es muy interesante y entretenida, te permite conocer más en profundidad a los equipos y los jugadores de la Segunda B.

Sólo me queda agradeceros el gran trabajo que hacéis para lectores como yo tengamos toda esa información a nuestro alcance… ¡Gracias!

Palabra de Javi Gallardo

¿Periodismo deportivo o espectáculo?

“El padre de Neymar se enzarza con la prensa en la puerta de un local nocturno”. Esta noticia la hemos podido ver, oír y leer en todos los medios de comunicación durante los últimos días. El padre del astro brasileño se enfadó con la prensa que le preguntaba sobre los rumores del posible fichaje de su hijo por el Real Madrid.

Ante la insistencia de los reporteros, Neymar padre perdió los nervios y empezó a fotografiar a la prensa e incluso llegó a romper una cámara de televisión.

Como era de esperar, al día siguiente todos los medios denunciaban lo sucedido y el FC Barcelona sacaba un comunicado en el que defendía la reacción del brasileño. Evidentemente, las quejas de la prensa no tardaría en llegar.

En este artículo no quiere hacer de abogado del diablo porque entiendo las dos partes, tanto a la prensa como al padre del jugador. ¿Hasta tal punto ha llegado el periodismo deportivo como para insistir en una discoteca al padre de un futbolista? ¿Tanto protagonismo se merece como para darle días y días en los medios? Repito, este análisis no defiende ni justifica la reacción del brasileño. Pero, parte de razón no le falta al pedir que le dejen tranquilo. Al final, era de esperar que tarde o temprano este nuevo periodismo deportivo amarillista tuviera un acontecimiento así.

¿De verdad no somos conscientes los periodistas que nos estamos desviando del verdadero periodismo? Aunque, absurda pregunta la mía. Sólo hay que ver con qué llenan los medios sus espacios: Madrid y Barça. Y ello incluye la vida privada y redes sociales de los jugadores. Minutos que pueden ser de oro para otros equipos o deportes. Pero no, el “periodismo deportivo” se está olvidando lo esencial: deporte, para dar paso al sensacionalismo, amarillismo, prensa rosa y periodismo de bufanda. Este último se merece un espacio aparte.

Esta nueva idea de periodismo, que ellos mismos, los que mandan, se creen que gusta, enseñan a los periodistas del futuro. ¿No hay nadie que se plante y no siga el juego? Sí, los hay. El caso más conocido y por el que no cae bien entre los periodistas es el de Luis Enrique, el entrenador del FC Barcelona que no esconde su descontento, asombro y enfado cuando en la rueda de prensa parece que le están preguntando Sálvame, ¡Hola!, o de la sección de sociedad. Pero claro, si el asturiano no ríe la gracia ni sigue este juego sucio al que hemos llegado, es que a Luis Enrique no le guste la prensa y los odio. Desde mi humilde opinión creo que es al contrario. Sabe lo importante que son los medios de comunicación, pero no de esa manera.

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¿No hay nadie en el gremio que se esté dando cuenta que ya se roza lo ridículo y diga “basta”? ¿No hay nadie que sea consciente que los periodistas deportivos son los menos valorados? Pero me da a mí que no, sino más bien al contrario. Orgullosos y si se les dice la verdad, se ofenden. Como aquel periodista de la Cadena Ser Valencia que tras el Valencia – Rayo Vallecano, más que preguntar a Paco Jémez, le dio su opinión envuelta en una bufanda valencianista. Puede que el entrenador le diera una respuesta salida de tono. Pero esto sucede cuando uno se cansa de este tipo de preguntas.

“El periodista deportivo jamás se pone la bufanda y deja sus colores y forofismo fuera mientras ejerce su profesión”. Esta frase que te la marcan una y otra vez en la facultad, se evapora en cuanto entras en un medio y los intereses son otros. Puede que por espectáculo, puede que con dinero. Pero, ¿dónde queda la ética profesional y el orgullo de uno mismo?

Por suerte, aún nos quedan los medios locales, aquellos que ejercen el periodismo como tal, aquellos que a la hora de hablar de sus equipos se centran solamente en lo deportivo, sin envolverlo de espectáculo. Y gracias a este trato, los propios clubes responden de la misma manera haciendo el trabajo de cada uno más llevadero. Claro está, hasta en estas categorías se han dado casos de noticias llenas de amarillismo en las secciones de deportes, pero tanto una parte como otra se han encargado de que no volviera a ocurrir.

Cuando una acude a ruedas de prensa tanto en primera como en Segunda División B enseguida nota el cambio. En la categoría de bronce las preguntas son periodísticas, del partido, sobre los jugadores. Dejando a un lado los asuntos personales de cada uno, dejando a un lado los colores. Quizá, porque entre unos y otros hemos convertido y consentido que el fútbol de élite poco a poco deje de ser menos deporte para ser más espectáculo y negocio.

Precisamente en estos dos últimos aspectos entren los intereses de los medios de comunicación: si tú hablas más y mejor de mí, tendrás tu recompensa: exclusivas, regalos, invitaciones y un largo etcétera. Una práctica que va en contra de los principios básicos del periodismo y que es uno de los primeros puntos en la ética y deontología de la profesión.

Estos son más que ejemplos y la opinión de una servidora que cada vez siente más vergüenza ajena del periodismo deportivo que rodea al fútbol de élite y que disfruta haciendo lo que más le gusta en categorías inferiores y hablando de otros deportes. Por ahí, es donde más se disfruta de esta profesión tan preciosa y que muchos se están cargando, llevándola a lo más sucio.

Sólo espero que de una vez clubes, jugadores, aficionados, periodistas abran los ojos y se planten y volvamos todos a ese periodismo deportivo tan pasional y limpio.