Opinión| Pase lo que pase

En apenas unos días, volvemos a jugar el partido de nuestras vidas… Sin apenas tiempo para digerir lo que ocurrió hace muy pocas horas, volvemos  a un momento de máxima tensión, de máxima concentración, de máximo sufrimiento…

Hace ya más de un año que nos involucramos en esta aventura, y han pasado taaaantas cosas, que a día de hoy parece que todo ha sido un sueño del que no queremos despertar. Pero aún lo mejor está por venir y, como desde el primer día, sabéis que contáis con toda mi confianza. Quizá por inconsciencia, quizá por ilusión, quizá porque no tengo ni puta idea de fútbol (que también puede ser), desde el primer instante no vislumbré otra cosa que no fuese estar ante un partido como el que tenemos por delante el próximo sábado. Con la esperanza, por supuesto, de que tenga el más bonito de los finales. La historia… La escribís vosotros:

Jesús, Ernesto… En la mitología griega, el Dios Hades puso al cuidado de las puertas del infierno a un temible perro de tres cabezas, con una serpiente por cola, que impedía el acceso de cualquier indeseable, el can cerbero. Por vuestras manos, por vuestras cabezas, y vuestras cols de serpiente pasan la protección de nuestro infierno particular.  ¡Confío plenamente en vosotros!

Rubén… El destino, la mala suerte, nos privó de tenerte en el verde las últimas semanas. Siempre al lado de tus compañeros con una sonrisa y dispuesto a aportar en todo lo que se necesite. ¡Eres un grande!

En la Wikipedia, al lado de la definición de profesionalidad, aparece la imagen de mi querido Ego… Por la derecha, por la izquierda, jugando todo el partido, los últimos minutos, o viéndolo desde un banquillo, y siempre al 100% y sin un mal gesto. ¡Enorme, amigo!

La primera vez que presencié un entrenamiento suyo, temí por la integridad física de toda la plantilla, (incluida la mía, que observaba de cerca) tal es la intensidad que pone a todo lo que hace en cada segundo. Carmona, Capi, siempre en mi equipo. Te aprecio de veras.

En mi vida he paseado más una maleta que la de Mora…Y sí, el que estaba más perdido el día que nos conocimos era yo. ¡Te prometo que ya me aprendí el camino! Tienes un enorme futuro por escribir y estoy convencido que lo harás con letras de oro.

Siempre es un auténtico placer el fútbol al lado de Pablo Ortiz. Lo respira por los cuatro costados, sea sobre el campo o fuera de él. Un auténtico gusto tenerte cerca….

Mi querido Sanchi… Qué gusto verte siempre entrenando y sobre el campo al 200%. La bala, que en cuanto se dispara, sabes que estás jodido : o te mata, o te hiere de gravedad. Cuántos goles te quedan por marcar y cuánta gloria está por venir… Y yo estuve ahí para verlo. Ese gol para Bob Esponja desde la otra punta del campo… Siempre en mi corazón.

Qué incertidumbre y cuántas dudas había cuando llegaste, Capi… Cuántos cojones y cuántas horas de trabajo hubo que echarle. Pero ya estamos aquí, Álex, ha llegado el momento, y lo vas a conseguir.

Cualquier día, no muy lejano, a Vicario le pondrán una lavadora desde el córner, la bajará con el pecho y la pondrá por la escuadra. ¡Llevas el gol en las venas, animal!

Hemos coincidido poco tiempo, bicho, pero el suficiente como para darme cuenta que tenemos la misma forma de ver las cosas. Tu tranquilidad, tu seguridad, tu ilusión antes, durante y después de los partidos. Estoy seguro que te esperan cosas muy grandes, Escardó…

¿Qué te voy a decir que no sepas, mi Juanca? La magia, el talento, la alegría del vestuario… Siempre he confiado en ti y siempre lo voy a hacer. Gracias por dibujar sonrisas a todos cada día.

Correcaminos… Mic, Mic. Y allá que va mi tocayo limpiándose rivales y recorriendo el campo de una punta a otra aunque sea el minuto 94, que me entra el agotamiento solo de verlo. Es usted dinamita, mi pana.

¿Cómo siendo tan chiquitín puedes ser tan grande, pajarillo? Enorme, mi Juanje, que ha roto más cinturas que el reggeaton…

La constancia y el buen hacer, Adri, siempre tienen su recompensa. El futuro está en tus manos, estoy convencido de que darás los pasos adecuados…

Habría que matar a palos a Javi Mérida para quitarle un balón, y aún así, estoy convencido de que acabaría el partido y saldría con él debajo del brazo…

Si tuviera que ir a la guerra con una piedra, o sin ella, lo haría con Falu… Da igual lo grande que sea el rival o los palos que meta, ni se inmuta. ¡Siempre adelante, Búfalu!

¡Albertillo… Que no eres bueno! Aún se me eriza la piel al recordar esa tarde, tremendo golazo y tremenda carrera para venir a abrazarme. Esa sonrisa antes de salir al campo, como diciendo… La voy a liar. Y la lías. Siempre podrás contar conmigo, ya lo sabes.

Un vestuario no se siente completo si no se cuenta con un Cristian Moreno… Grande donde los haya, dando lecciones sobre un terreno de juego, en un vestuario, y en la vida. Ese pichichi al que los árbitros se empeñan en quitarle los goles, aunque yo siempre se los cuente como válidos. Nunca olvidaré aquella dedicatoria.

Estuve preguntando a Federación, pero no le dejan al gran Toni Conejo jugar con frac y chistera, aunque no lo necesita para dar lecciones cada vez que está sobre el campo. La elegancia al servicio del equipo.

Es un privilegio poder disfrutar de los primeros pasos, de los muchísimos que te quedan por dar, Juanmi, en un terreno de juego. Siempre podré decir que estuve ahí para verlo…

La clave de un vestuario es convertirlo en una gran familia, y ese mérito, míster, no te lo quita nadie. Como bien me repites una y otra vez, no tengo ni puta idea de fútbol (eso ya lo pones tú, monstruo) , y así es, pero entiendo de personas, y sé que en este camino tan largo desde que nos conocimos a principios del mes de julio pasado, tu forma de ser ha influido mucho, y siempre para bien. Estamos a un pasito, vamos a darlo.

Como el sonido de una melodía lejana se ha ido iluminando este camino, mi Rafa, y ya llegamos al final, y nos esperan brillantes luces de gloria al otro lado de ese camino. Imposible concebir los éxitos de esta temporada (y el que está por venir) sin tenerte muy presente… ¡Te quiero!

Si las miradas mataran, Javi Suárez me tendría fulminado… ¡Qué culpita tiene uno de que aparezca de tanto en tanto un bizcochillo, unos churritos o algo de chocolate! Que estamos pegando el estirón, habrá que darse un gustito de vez en cuándo…

Lo que no te mata, te hace más fuerte. Y dado que seguimos viviendo todos tras pasar por las sabias manos de Toni, podremos concluir que algo de fortaleza habremos adquirido durante esta temporada. A veces me crujen cosas solo de pensarlo, joío…

Si algo he escuchado esta temporada más veces que ‘no tienes ni puta idea de fútbol’ es… ¡Te la han metío… Pero bien metía! Cada vez que llego con la fruta. Y ya no es porque me la cuelen, es una tradición. ¡Qué grande, eres, Juan!

Andrea… ¡Bona!, Sergio, Juan, Andrés… Es un auténtico placer estar en el mismo barco que vosotros. ¡Vamos a rematar lo que queda!

No me queda nada por decir que ya no sepáis. Mi fe en vosotros sigue intacta desde el primer momento, aunque el camino en todo este tiempo se haya ido llenando de obstáculos. Solo queda uno por sortear, y seréis eternos. En mi corazón, ya lo sois.

El delegado, que os quiere

Comenzar una Conversación

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *