El fútbol es un deporte que presenta una serie de hándicaps que influyen directamente sobre el rendimiento deportivo.
El fútbol es un deporte que por sus características presenta una serie de acciones físicas, las cuales, pueden producir lesiones musculares, tendinosas, ligamentosas, óseas, etc.
Ser jugador de fútbol es una profesión con temprana fecha de caducidad. Un jugador de fútbol puede estar a máximo nivel entre 18 y 35 años.
La alimentación, el entrenamiento adecuado, el descanso y un estilo de vida saludable se convierten en la herramienta esencial no sólo para un mayor rendimiento deportivo sino para tener una longeva vida profesional.
Una alimentación basada en los requerimientos nutricionales basales más el desgaste provocado por el entrenamiento y la competición deben ser cubiertas por una alimentación correcta tanto en nutrientes macro y como micro. Una ingesta inadecuada o un desequilibrio alimentario provocaría un deterioro en el estado de salud y una reducción del rendimiento deportivo.
El entrenamiento de fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad, propiocepción, coordinación, equilibrio, técnico-específico, etc.; se convierte en esencial para alcanzar un rendimiento máximo.
Tras la fatiga que se produce después del entrenamiento y la competición comienza la recuperación, ésta es esencial para la realización óptima de los próximos entrenamientos a realizar y llegar en perfectas condiciones al siguiente partido. Una buena recuperación depende de correctas estrategias nutricionales y descanso.
Un deportista enfermo difícilmente va a alcanzar un rendimiento máximo. Mantener un estilo de vida saludable favorecerá a conseguir un mayor rendimiento físico y una mejor recuperación. Entre otros aspectos se debe tener en cuenta lo siguiente: